Constitución Española de 1812

CONSTITUCIÓN ESPAÑOLA DE 1812

La Constitución de Cádiz de 1812 fue aprobada en el marco de la Guerra de la Independencia como respuesta a la invasión del pueblo español por parte de Napoleón Bonaparte.

En el año 1808, días después del Motín de Aranjuez que provocó la abdicación de Carlos IV y el ascenso al trono de Fernando VII, Napoleón Bonaparte aprovechó dicha situación para invadir España, Madrid en concreto, lo que provocó que Fernando VII abdicara entregándole el trono al hermano de Napoleón, José Bonaparte. Es decir, Napoleón aprovechó la mala situación existente entre Carlos IV y Fernando VII para poder establecer en España una monarquía similar a la de su imperio.

Tras ello, el pueblo español de la capital se levantó provocando que dicho movimiento se extendiera a nivel nacional y en los meses posteriores se organizaron las juntas de gobierno con sede en Aranjuez, que posteriormente se trasladaron a Sevilla.

En consecuencia de lo anterior, la nación se dividió entre aquellos que propugnaban el mantenimiento y la reforma de la monarquía absoluta de Fernando VII, es decir, mantener el Antiguo Régimen y aquellos que estaban a favor del trono de José Bonaparte, quienes querían una reforma más radical y que fueron conocidos como los "afrancesados".

Pero como el objetivo español era eliminar la influencia de Napoleón en la nación, era necesario una nueva constitución, de ahí a que se convocaran unas Cortes Generales en Sevilla en el año 1809.

Poco después de dicha convocatoria se produjo el avance de las tropas francesas, por lo que los constituyentes tuvieron que desplazarse a Cádiz.

Las Cortes de Cádiz establecieron un texto aprobado el 19 de marzo de 1812, la Constitución de Cádiz de 1812, que fue conocida como "La Pepa" ya que como curiosidad, el 19 de marzo es la festividad de San José y en Andalucía a las personas con ese nombre también se las suele llamar por Pepe, pero como en este caso se habla de un sujeto femenino, una constitución, fue conocida como "La Pepa".

Aunque dicha constitución solo tuvo su vigencia desde 1812 hasta 1814 porque Fernando VII la abolió, posteriormente fue restaurada por el mismo, y tuvo su vigencia hasta 1823.

Dicha constitución fue la primera constitución liberal y la primera en la que se estableció la soberanía popular y la división de poderes, es decir, mezclaba aspectos de la monarquía española tradicional junto con rasgos del liberalismo democrático.

En la Constitución de Cádiz de 1812 se reconoce la soberanía nacional en la cual el poder reside en la nación, se establece la separación de poderes en tres: legislativo, ejecutivo y judicial; Además se reconoce el derecho de representación, la igualdad de los ciudadanos ante la ley y los derechos individuales, entre los elementos más importantes.